El cántabro Florentino Puente Vega con su poema visual 'Cer/Teza', dotado con 2.000 euros, ha sido el ganador del IX Premio de Poesía Experimental que convoca la Diputación Provincial de Badajoz. El fallo del jurado compuesto por Antonio Gómez, Martín Carrasco y Antonio Franco se dio a conocer en la mañana de ayer, en el transcurso de la inauguración de la exposición que se ha montado con 28 de las 144 obras presentadas a concurso.
El poema ganador de este año presenta la imagen colorista de una cereza inscrita en un dado. El azar y las certezas se unen de manera inseparable bajo un título que juega con las resonancias del nombre de la apetitosa fruta.
Los dos accésit de la convocatoria, premiados con 600 euros cada uno, han ido a parar, respectivamente, a Sevilla y Ávila por las obras 'Machismo' de Arturo Comas Calero y 'Poema' de Javier Hernando Herráez.
La primera de ellas se resuelve en la imagen de dos aparentes pendientes femeninos que se transforman en unos anzuelos ensangrentados por el extremo que debería colgar de las orejas.
El otro accésit, 'Poema', contiene un acertijo resuelto con una sencilla norma del lenguaje cifrado: los números que se representan en la línea de cinco fichas correponden al orden de las letras del alfabeto y componen por sí mismas la palabra 'poema'.
Antonieta Benítez, jefa del Departamento de Publicaciones de la Diputación, explicó que los originales han sido remitidos este año desde diversos puntos de España así como desde Miami, Portugal, Francia, Alemania, Brasil, Argentina o Venecia, entre otros lugares.
El presidente de la Diputación, Valentín Cortés, manifestó que esta convocatoria ha tratado de constituirse en un foro de expresión para los artistas y en un cauce de divulgación de esta disciplina hacia el público en general.
En la actualidad ascienden a 316 obras las que componen el fondo de creaciones en poder de la Diputación que las exhibe a través de la galería virtual existente en la página web de la institución provincial.
El portavoz del jurado, Antonio Gómez, opina que el tratamiento digital de buena parte de las imágenes que concurren al concurso obedece a la tendencia de los artistas a agotar al máximo las vías de expresión que se van poniendo a su disposición. «Pero yo pienso que el fotoshop se tendrá que acabar y volveremos a abrir otra vía -aseguró-. Hace 30 años, casi toda la gente venía de la literatura y las obras eran más pobres estéticamente. Ahora siguen los poetas y los textos, aunque cada vez menos, y hay gente que se ha esforzado en aprender nuevas técnicas, pero siguen escribiendo poesía tradicional».
Antonio Gómez dice «quejarse un poco» de que estas nuevas tecnologías hayan acabado marginando a los creadores que abrieron paso al género. La exposición permanecerá abierta en la Sala Vaquero Poblador de la Diputación pacense hasta el próximo 12 de diciembre.