El “Centro de Poesía Visual”, es un centro de documentación del experimentalismo poético contemporáneo, ubicado en la localidad de Peñarroya-Pueblonuevo desde octubre de 2005.

Es un Centro de carácter público, que depende de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo, y que cuenta con la colaboración de la Diputación Provincial de Córdoba. Es centro referente de esta forma de arte contemporáneo y también una propuesta cultural dentro y fuera de España.

Como centro de documentación y estudio dispone de bibliografía especializada y documentos originales, así como una muestra amplia de revistas experimentales y revistas-objeto. Así mismo dispone de una sala de exposiciones con poemas visuales y poemas objetos internacionales. Como lugar de consulta dispone de un amplio archivo de autores y estilos.

Como centro de documentación vivo es productor de diferentes publicaciones que ven la luz diariamente en su “Revista electrónica de Poesía Visual” o trimestralmente con la revista “eiffel Terrible y cuatrimestralmente con la revista ensamblada “Grisú”, entre otras.

martes, 30 de noviembre de 2010

IMÁGENES DE NUEVE AÑOS 27.11.10 - 00:03 - MERCEDES BARRADO TIMÓN |

Una huye aterrorizada de las predicciones de los economistas que señalan para el próximo verano una nueva y violenta vuelta de tuerca de la crisis económica y se topa de bruces con el texto de un catálogo impreso por la Diputación de Badajoz en tono no menos apocalíptico en el que se dice que «una buena parte de las producciones artísticas que todavía sostienen las instituciones y el mercado están, de hecho, en fase terminal; reducidas a propuestas de consumo, sin densidad teórica ni capacidad movilizadora». Ya lo decía aquella película de tinte policiaco de Kevin Costner: No hay salida.
A pesar de su pesimismo, el susodicho catálogo recoge los datos de la novena edición del Premio de Poesía Experimental, convocado por el organismo provincial, que se ha fallado esta semana y cuyas mejores propuestas configuran una exposición anual que fue inaugurada en la mañana del miércoles. Apenas un puñado de periodistas, las autoridades y miembros del jurado para dar cuenta de la exhibición de obras de este arte que la propia Antonieta Benítez, jefa del Departamento de Publicaciones de la Diputación, reconoció como «minoritario» pero que ha interesado en esta ocasión a 144 participantes procedentes de Europa y de Sudamérica.
Antonio Gómez, nuestro teórico y práctico más respetado y antiguo en esto de la poesía visual y portavoz del jurado, estaba allí para destacarnos algunos de los cambios, perceptibles ya en casi una década de premio, que este tipo de escritura artística ha sufrido en este tiempo. El predominio del grafismo y las posibilidades técnicas ofrecidas por los ordenadores han ido arrinconando a las primeras generaciones de poetas de lo visual que eran, sobre todo, literatos, y que componían sus poemas-objeto de forma artesanal y corpórea, con materiales tradicionales y tangibles, maderas, papel, plásticos... casi como niños que manejaran sus juguetes.
A fuerza de no querer quedarse técnicamente retrasados, muchos de ellos aprendieron también los nuevos lenguajes tecnológicos y hoy manejan bien los rudimentos del diseño gráfico. Pero el uso del fotoshop ha impuesto un estilo algo plano y buena parte de los relatos poéticos se logran mediante transformaciones digitales de la imagen. Sin embargo, alguna obra se mantiene todavía en la vieja tradición, como la 'Escritura-jaula' de Natalia Ramírez Fominaya, que es un delicado alfabeto de forja que se cierra con madera y conforma una pequeña cajita cuya única puerta se abre por la letra H.
El detalle, quizá anecdótico de la puerta-H y las nuevas amenazas que se ciernen sobre esta letra en el cambiante mundo de la ortografía hispana suscitó un pequeño levantamiento de defensa de la misma. Si ¡España!, junto con '¡leñe!' y '¡coño!' fue el grito de guerra de los defensores de la Ñ tal vez una ¡Hispania! defendida puño en alto ante los sabios de la Academia no sólo tendría resabios de serie televisiva sino que podría servir eficazmente a la reivindicación de la H, aunque sea más muda que Belinda.
Antonio Gómez explicó que este concurso ha mantenido en solitario su defensa del género poético-visual hasta que otra institución en Chiva ha convocado un certamen parecido. Esta convocatoria ha venido sirviendo para descubrir nuevos poetas, ya que la mayor parte de los ganadores eran nombres desconocidos que han seguido trabajando en el mundillo. Las temáticas sociales continúan inspirando a los artistas y este mismo año es posible descubrir referencias a los temas perennes del maltrato a los emigrantes o a las mujeres.
Una simple mirada atrás le ha permitido a Gómez calcular que la Diputación debe poseer en estos momentos varios centenares de poemas-visuales con los que podría componerse una excelente exposición antológica para celebrar los próximos diez años de concurso.