(Una descripción del III ENCUENTRO DE POESÍA VISUAL, Peñarroya-Pueblonuevo, octubre 2010) ( por J. SEAFREE)
Objeto de Antonio Monterroso
Durante los días 1, 2 y 3 de octubre tuvo lugar en la localidad cordobesa de Peñarroya-Pueblonuevo el III Encuentro de Poesía Visual, organizado por el Centro de Poesía Visual (C.P.V.), con la coordinación de Francisco Aliseda, y la colaboración de Miriam Expósito y Nuria Moya. La programación del mismo abarcó cuatros temas principales: el graffiti y el poema visual, poéticas visuales y actividad docente, revistas experimentales españolas, y el CerConcierto.
Frente a la Biblioteca Municipal, Luis Triviño, Daniel Cabrera y Sex (el niño de las pinturas) ilustraron el muro con el color de sus excelentes trabajos en graffiti. En el Centro Polivalente, José Blanco, Juan Crego y Patxi Serrano nos brindaron su “CerConcierto para luz y sonido”: imágenes, música de guitarra, versos,… instalación multimedia llevada a cabo con precisión técnica; en un montaje dinámico, estimulante; singular reflexión experimental donde convivían elementos heterogéneos:
palabras y papeles, espacios urbanos olvidados, objetos presentes y representados, todos ellos enmarcados alrededor de piezas musicales y de poemas en vivo.
Y junto a estos episodios del Encuentro, reconocemos los dos temas esenciales durante estas jornadas: el valor de la poesía visual como herramienta educativa, por un lado; y la muestra y desarrollo de las revistas experimentales ensambladas, por otro.
Conocimos al poeta visual y profesor Antonio Monterroso y a sus compañeros del Colectivo Brumaria, docentes del Instituto Lope de Vega de Fuente Obejuna. Nos enseñaron las posibilidades creativas y formativas de la contrapublicidad (Roberto Salas), la necesidad de revisión de insignes autores como Ramón Gómez de la Serna (Javier Álvarez), la aplicación de las Stop Motion en las aulas (Javier Goytre), la concienciación de asuntos tan delicados como las minas antipersonas (Miguel Sánchez); y que la educación puede y debe discurrir también desde el corazón al cerebro (Antonio Monterroso). La brevísima acción llevada a cabo por Monterroso y M. Sánchez, con el objeto “mariposa”, “pimiento”, “mariposa”, ejemplificó con espontaneidad y acierto el principio constructivo de Jodorowsky, y estamos de acuerdo con ellos en que el arte de acción a menudo va de la mano del inconformismo y la denuncia. En la contrapublicidad R. Salas incidió en la importancia de sembrar capacidad crítica, imaginación y creatividad entre los estudiantes y los jóvenes; porque la publicidad condiciona al espectador, haciendo que éste desee poseer cosas para llegar a ser algo; reírse de los mensajes publicitarios es una auténtica experiencia estético-política. El capítulo de “Imagen y vanguardias”, explicado por J. Álvarez, destacó la figura de Gómez de la Serna, mencionando los recursos gráficos y visuales de sus famosas greguerías, y los adiestrados ejemplos en este sentido elaborados por los estudiantes.
Imagen del trabajo titulado “Crepúsculo” del alumno Cristian Murillo
El Colectivo Brumaria, en definitiva, postula -en palabras de su presidente, J. Goytre- un espíritu crítico en el ámbito de la realidad social, educativa y cultural; para que no tenga razón quien defienda “el que piensa pierde”; y aspirando y conviviendo con valores como la creatividad, la libertad y la responsabilidad, desde la escuela. La frase de Monterroso es muy elocuente: “invertir en el hombre y no en el dinero”; y esto no debería ser solamente una opción, sino un deber, la alternativa que nos asista en el mundo tan material y tan economicista que derrota cada día el mérito de las ideas, la utilidad del quehacer artístico, poético, artesanal, innovador.
Desde la Universidad de Bochum, Alemania, acudió la profesora Victoria del Valle, quien expuso su estudio analítico de la poesía visual en España, así como el potencial didáctico de esta disciplina para la enseñanza de la lengua. Ente los mecanismos de aprendizaje, refirió la creación de palabras con imágenes, y la elaboración de imágenes con palabras; concluyó además a modo de axioma, que la máxima reducción de material lingüístico implica una mayor recepción de contenido por aprender. Y que aspectos como la brevedad, la implicación de temas socioculturales e interculturales, o los medios audiovisuales, propios todos de la poesía visual, constituyen en el aula un puente hacia la lírica convencional.
La representación de revistas experimentales ensambladas, en la muestra de la galería adyacente a la sala principal de la Biblioteca, permitió que nos reencontráramos, varios años después, con el todoterreno y magistral Antonio Gómez, su dilatada historia visual y experimental, sus numerosas revistas y proyectos, y su “Caja de truenos” en esta ocasión. Que redescubriéramos curiosos contenidos de la famosa e internacional publicación “La más bella”, de la mano de Diego Ortiz, inteligente y hábil, con un proyecto que llega a su mayoría de edad literalmente -surgió en 1993. Que “Lalata” y sus artífices - Manuela Martínez y Carmen G. Palacios -, en su híbrido contenedor, acerquen vida y arte, a través de un objeto tan común y una tarea cargada de perseverancia.
La wevera
Hace más de diez años que no veíamos a Ángel Sanz Montero, responsable de “El costurero de Aracne”; especializada en escultura textil, con piezas de muy pequeño tamaño, y originales confecciones cargadas de sensibilidad. “La wevera” y Catalina Rivera, su coordinadora y editora, nos dieron la alegría de saber que el huevo es germen plástico y poético universal; y que, a pesar de la opacidad de dicho envase la delicadeza y el criterio de las obras reproducidas en cada unidad, vislumbran la transparencia del mensaje, cualidad sustancial a la propia Catalina.
Por partida doble, Manuel Lucas González habló de “Ella”, recurso didáctico en un centro de drogodependientes, autores de los poemas-objetos que contiene; y habló también de “Laurel”, revista experimental nacida desde la raíces del mundo rural, a través de propuestas léxicas originales de Escacena del Campo (Huelva). Dos maneras de mirar la realidad desde otra perspectiva, como apuntaba el propio Manuel Lucas, para potenciar la creatividad en entornos especiales; genuinas “metáforas naturales”, fiel reflejo del editor de ambas; y así, que “la palabra en uso y la palabra en cosa” viajen por toda nuestra geografía, para que “la contaminación poética” no se detenga, al amparo de la poesía visual que nos apasiona, nos sorprende y nos conmueve.
Y desde el epicentro, desde el lugar que nos reunió, Francisco Aliseda y Nuria Moya, editan y presentan “Grisú”, tres veces al año, en forma de carpeta, con colaboraciones originales dentro, rodeadas de una fotografía con Peñarroya-Pueblonuevo como motivo de portada y contraportada en cada edición. Delicado experimento, taller de ideas y materiales, alquimia visual siempre.
Visitamos el Centro de Poesía Visual, donde pudimos contemplar obras visuales de algunos de los más representativos autores españoles; donde vimos también muchos trabajos de la veterana publicación “Veneno”, coordinada por Aliseda desde sus primeros años. Indagamos en las vitrinas donde se guardan colaboraciones señeras, ediciones curiosas y testimonios con especial interés, conformando un espacio de documentación y de eventuales muestras para la poesía visual muy recomendable.
Pudimos charlar con Francisco Peralto y Rafael Peralto, poetas y editores reconocidos, amigos en la poesía y en la distancia durante muchos años, ejemplares en su quehacer editorial, en su amor por los libros y la poesía, y en sus acertados criterios siempre del lado de la erudición. Conocimos además a Antonio Moreno Ayora, eminente lingüista y escritor, apasionado de los estudios literarios y poéticos. Comprobamos la curiosidad del polifacético Joan Ignasi Ortuño, periodista, poeta visual y actor. Pusimos cara al compañero de aventuras editoriales y audaz creador José Blanco.
El amable municipio de Peñarroya-Pueblonuevo nos reveló el encanto de sus calles y de sus jardines; de la historia de sus minas, de sus curiosidades arquitectónicas; la belleza de sus paisajes y de la comarca del Valle del Guadiato. Y nos habló también de una región cordobesa abierta al mundo a través de la cultura y del arte, con lugares de referencia únicos e imprescindibles como es el C.P.V.
Francisco Aliseda y J. Seafree
Y así, la poesía visual, esa búsqueda constante, esa experiencia visible y necesaria, esa materia plástica cargada de pensamiento y de emoción, fraguó amistad y entendimiento, coloquio y fantasía. Urdimbre venerable en la imaginación y en la palabra, el itinerario de lo visual en la poesía lleva a sus espaldas décadas de evidencias y de huellas; y en la noble y creativa Peñarroya-Pueblonuevo y en el signo extraordinario de su Centro de Poesía Visual, éste, su tercer capítulo de una saga firme y esperemos longeva, para que conozcamos más y mejor el mundo de la poesía visual, y que en su conocimiento y estudio dispongamos los principios para su entusiasmo y su alegato permanentes.
J. Seafree (Madrid, octubre 2010)
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