"¿Qué es poesía? Poesía eres... tururú"
Juan de Loxa presenta hoy su libro de poemas visuales y poemas fonéticos 'Juegos reunidos (Memoria 1967-2007 y pico)', una recopilación de todas sus locuras artísticas y creativasJesús Arias / Granada
Juan de Loxa, o Humphrey de Loxa, en Granada.
Carta que el poeta le envió hace unos años a Humphrey Bogart.
-¿Qué es poesía?, dices mientras clavas / En mi pupila tu pupila azul. / ¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?... Entonces Juan de Loxa, que acaba de recitar el poema con una gozosa y profunda dulzura, espeta:-¡Poesía eres ... tururú!Así se podría definir el espíritu del ¿libro? ¿antología? ¿objeto con páginas? ¿poemario visual que es una visión poética de las cosas? ¿baúl de los recuerdos? que el irreverente ¿poeta? ¿agitador? Juan de Loxa presenta hoy, a las 20.00 horas, en el Colegio Mayor Bartolomé y Santiago de la mano del no menos irreverente autor teatral y periodista Alejandro Víctor García. El opúsculo se titula Juegos reunidos, como aquella caja de la casa Geyper que era la delicia de los niños de los años sesenta y setenta y que eran eso: juegos reunidos. Para Juan de Loxa, también es un compendio de amigos reunidos.Juegos y amigos se han reunido en este pequeño objeto artístico inclasificable que De Loxa define como "algo sin demasiadas pretensiones". "Son la notaría de cuarenta años y pico de uno mismo, de lo que se puede contar y de lo que no se puede contar", dice. "No son poemas visuales, sino sucesos gozosos, instantes creativos de algunos momentos en que los ojos de muchos creadores se han reunido para incendiarse. Son pequeñas anécdotas gigantes".A Juan de Loxa lo que más le interesa de Juegos reunidos (Memoria 1967-2007 y pico) ese pico, "el pico que picotea de las creaciones". "La creación se puede dar de muchos modos. La suma de muchas pequeñas subversiones a veces puede dar lugar a una diminuto revolución si el creador es insistente".De Juan de Loxa se puede esperar cualquier cosa. El ¿poeta? ¿agitador? recuerda algunas anécdotas de sus cuarenta años y pico dedicados a la poesía. "Una vez, en Jaén, en 1971, metí mixtos de crujío para que mis poemas del Oeste olieran a pólvora. La gente, que esperaba un recital mío normal, a verme encender el mixto se enfadó mucho". [Los mixtos de crujío eran pequeños petardos chisporroteantes que estallaban al ser raspados contra el suelo y dejaban un fuerte olor a pólvora]."En el libro hay 'acciones' de todo tipo: hay propuestas de poesía visual, de poesía fonética, de performance, de quemas, de piras, de fallas, de cosas raras", comenta. "Siempre quise que el público se convirtiera en una pieza de ajedrez que tiene que ganarle la partida al tiempo".Juegos reunidos es un homenaje a la irreverencia, dice Juan de Loxa, que recuerda a todos los personajes que le marcaron, como Fellini o María la Borracha, "aquella mujer que, como hacían los poetas de la Generación del 27 cuando iban a mearse a las puertas de la Academia, ella iba a mearse a las puertas de la Facultad de Letras".Una de las 'acciones' más llamativas es la de 'mail-art' (arte de correo): De Loxa le envió una carta a Humphrey Bogart que, evidentemente le fue devuelta. Pero otra, dirigida a Olivia de Havilland, tuvo respuesta por parte de la actriz. En el libro también hay fotos. Una de ellas es magnífica: Se ve a Juan de Loxa, allá por los años setenta, barriendo un poema en la calle. "Porque no somos nada aunque nos creamos poetas", señala. "Cuanto más poetas nos creamos, más papel arrugado seremos en la calle. Luego llegarán los hombres de la limpieza, nos recogerán, nos triturarán y nos reciclarán como abono para las generaciones futuras". Entonces suelta: "Yo soy devoto de Nuestra Señora de la Velvet Underground. Este libro es una cofradía que tiene sus cofrades. No va a criar polvo, porque de este libro saldrán otros lodos. Cada vez que alguien lo abra, es como si le quitara el polvo o como si echara un polvo de artista". La presentación será un continuo pozo de sorpresas, como corresponde al estilo alegre e incendiario de Juan de Loxa no de recitar sus poemas, sino de vivirlos, de soplarlos sobre los ojos del público como su fuesen polvos pica-pica. Y es que del ¿poeta? ¿agitador? nunca se sabe qué puede suceder en cuanto abre la chistera de sus juegos reunidos.