«Soy de la cofradía de nuestra señora de la Velvet Underground», afirma el heterodoxo poeta Juan de Loxa, quien presentó en un acto de la Academia de Buenas Letras de Granada el libro 'Juegos reunidos' (Ed. Mirto), donde reúne una miscelánea de su poesía visual y gráfica, así como algunos versos, aquellos bajo el título de 'La soledad de Johnny Weissmuller', entre otros. El título también es una especie de memorias, donde se ofrece un recorrido por las performances, acciones, iniciativas poéticas, collages y demás acciones desarrolladas desde 1967 hasta el 2007 «y pico» por Juan de Loxa. «He querido que el libro también sirva como testimonio de una época y de unos nombres, porque todas las personas que han participado están ahí, incluso el nombre del acordeonista que se contrató para una muestra, que está catalogado», explicó el poeta.
Los 'Juegos reunidos' incluyen un prólogo del especialista Fernando Guzmán Simón, «uno de los grandes conocedores de las vanguardias». De Loxa fue el padre de 'Poesía 70', nombre que dio título a un programa de radio y a una revista, que fueron referencia en el panorama nacional. La versión radiofónica de aquel movimiento le valieron a Juan de Loxa dos Premios Ondas, entre otras distinciones.
«Este libro no habría sido posible de no haber aparecido en periódicos como IDEAL algunas de estas iniciativas», indica el poeta granadino. «He reunido parte del material que podía ordenarse o desordenarse por temáticas y cronología, desde el jondismo de finales de los sesenta y comienzos de los setenta a los poemas fonéticos, la poesía concreta, juegos de collage y mensajes, como aquel de 'se prohibe el cante', que se colocó en las tabernas», relató el poeta-visual.
En estos días de Retroback, de recuerdo a Humphrey Bogart, de Loxa tuvo la idea en 1983 de enviarle una carta al tipo más duro de la historia del cine, pero no obtuvo respuesta. Sin embargo, la enviada a Olivia de Havilland tuvo como contestación una fotografía firmada por la actriz. «Aquellas cartas respondían a un juego poético, la ida y la vuelta de aquellos sobres, los mensajes que contenían, y se expusieron en una muestra», rememoró De Loxa.
En esta sección dedicada al juego de las cartas se encuentran los 'Telegramas azules', un homenaje a García Lorca por el poema 'Muerto de amor': «Madre, cuando yo me muera / que se enteren los señores / pon telegramas azules / que vayan del sur al norte». Los telegramas se enviaron a exposiciones en homenaje a Lorca celebradas en toda España.
Las creaciones del artista granadino se fundieron en muchas ocasiones con el gran autor de la poesía visual, el desaparecido Joan Brossa. «Llegamos a fundirnos en algunos poemas visuales, que firmamos juntos como Joan de Loxa y Juan de Brossa», señaló. En cuanto a sus prácticas con la tipografía, los juegos con las letras y otros montajes, el poeta une su nombre al «magisterio y saber de Claudio Sánchez Muros».
Juan de Loxa confesó haber usado una sola vez el ordenador en una de sus creaciones, pero ve «muy positivos los trabajos actuales y todo puede ser válido siempre que no sea una tomadura de pelo». «Juego con el humor -añadió- porque hay mucho fraude en el arte de vanguardia».
«En mis poemas visuales revelo el sentimiento trágico de mi vida, pero travestido para mostrarse al escenario humano, y son una invitación a la sonrisa», comentó.
Defiende la poética del arte visual en la misma línea que artistas como Alejandro Gorafe y Antonio Gómez, un camino que emprendió Marcel Duchamp. «La poesía no sólo se hace con versos ni octavas reales y somos herederos de las vanguardias», concluyó Juan de Loxa, cuyas creaciones poéticas se exhiben por toda la geografía española. «Próximamente voy a exponer en Cuenca, en el museo de arte abstracto, donde se encuentran otras obras», anunció.