La obra poético-experimental de Francisco Peralto.
En el mundo moderno toda la comunicación fluye en un solo sentido, de los poderosos a los carecen de poder. Ni se puede replicar, ni se puede intervenir, si bien es cierto que casi nadie pretende hacerlo. Dependiendo de lo que se comunique, a veces lo llamamos Cultura pero, en realidad, no son más que proposiciones hegemónicas acerca del modo en que se supone que funciona el mundo. Contra ellas, unos pocos, apercibidos de fraude tan completo como venal, han buscado palabras, sonidos e imágenes para provocar, al menos, fisuras en la megamáquina, convocarnos con ellas a un relato distinto del que hemos estado escuchando como natural durante toda nuestra vida. Relatos que nos dicen que en este mundo de falsedades, las cosas no tienen por qué ser como son, que pueden ser alteradas, liquidadas. Que en esta broma de mal gusto en que han convertido nuestra vida hay otra posibilidad más allá de morirse de hambre o de aburrimiento. Sólo tenemos que levantarnos de entre los muertos y asumir que somos potencia para la vida y llevarla a la práctica. Recuperar nuestros fragmentos, liberar espacios para la vida, para la participación y la creación de acontecimientos. La decisión es sencilla, o bien seguir trabajando de extra en la película de bajo presupuesto de otros o bien asumir la construcción de nuestra propia vida, de nuestro propio poder creador, ni sometido ni vendido a otros, ni alienados ni convertidos por ellos en meros espectadores de nuestra propia historia. Quien se hace este regalo de poder, abre una grieta que mostrar a los demás desde el convencimiento de que por ella bien pudiera irse un día este mundo de banalidad mercantilista y tiranía política. Después, el mundo solo podrá ser diferente. ¿Merece la pena intentarlo? Francisco Peralto insiste en que, a pesar de que este trabajo tengamos que hacerlo en la más completa oscuridad, a pesar de que en medio de las sombras no sepamos bien a dónde vamos ni que efectos transformadores podremos provocar, aunque aparentemente nada pase y la gente continúe siendo la misma, la respuesta es, desde luego, sí.
Poeta, investigador, editor, impresor, inventor de libros, mecenas, agitador cultural, galerista, perfoman, ingenuo, idealista, utópico… ¿Quién es este Francisco Peralto Vicario?, hijo de obreros y padre de obreros que, siguiendo la extinta estela de los editores malagueños de poesía y la de los animadores de todo género de libros, ha marcado la escena alternativa española en estos últimos cuarenta años con su presencia y su trabajo tan generoso e inconfundible como invisible para la cultura oficial.
En el tiempo mezclado, en el silencio vivo.
Apenas con esta leyenda a modo de frontispicio hubiera abandonado este texto si lo que se me pidiera fuere una definición de Francisco Peralto, de este apasionado de las letras y los libros, creador conspicuo que tanto tuvo que esperar, a causa de sus origines humildes, para poder saborear esa oscura fuente de la pasión por las letras, cuyas aguas siempre dejan con sed. A Francisco Peralto, además, como hemos dicho, por sus orígenes proletarios, esta fuente le pillaba algo lejos, ya que en su tiempo, más aún que en este, no estaban hechas esas aguas para bocas de pobre como la suya. De ese tiempo gris y sucio del nacionalcatolicismo, de la España de cartón piedra, pacata y frailuna, tuvo que sacudirse nuestro poeta en un duro ejercicio que casi le llevó la mitad de la vida, hasta poder empezar a construir el edificio de su obra y su libertad sobre las ruinas de lo falso, lo maquinal y lo ovejuno que el simple destino de clase social le tenía reservado.
Francisco Peralto podría entonces haber caído en el ejercicio artístico de la pura banalidad a la que la ideología dominante y sus medios de producción de realidad convocan todavía hoy a los artistas y creadores; y de haberlo hecho estoy seguro de que hoy sería un poeta alabado, reconocido y prestigiado en los salones donde se mercadea con las ilusiones humanas, pero también aquí Francisco Peralto mostró su madera de resistente, su conciencia crítica y lúcida, su verbo siempre dispuesto a la denuncia y hacerse carne al lado de los débiles y los esclavos de tantas servidumbres. Buena nota de ello es la primera recopilación de su obra poética discursiva, Elegia (1968-1977), acaso uno de los mejores libros de poesía discursiva de los últimos treinta años, resume lo que ha sido una constante en su vida y en su actitud ética y lírica. Pero para fortuna también de los que creemos en lo indómito de la poesía para dejarse seducir o encerrar como género literario, muy pronto la inquietud y la avidez de este incesante creador serían también ganadas por unos modos de hacer experimentales, ligados, en principio, a las vanguardias históricas y a las nuevas técnicas de reproducción de masas, que apenas habían hecho más que aterrizar en una España que seguía mirando con recelo a todo lo nuevo y agitando la apolillada bandera de la tradición, cuando no golpeando con ella a los disidentes; de ambas actitudes y en carne propia, sabe mucho Francisco Peralto. Hagamos pues, un poco de historia.
Entre 1971 y 1975, la poesía experimental, hasta entonces vinculada a unos pocos nombres y lugares privilegiados para su exposición y conocimiento públicos, comienza a extenderse por diferentes puntos de la geografía española gracias a la labor de difusión de sus más entusiastas cultivadores a través de artículos en periódicos y revistas que se hacen eco de estas producciones (El Urogallo, Ar-tesa, Arbor, Cuadernos Hispanoamericanos, Avanzada, Poesía His¬pánica, etcétera), las conferencias de Fernando Millán o Ignacio Gómez de Liaño, y la exhibiciones que les acompañan van dando lugar a que, prácticamente por donde van pasando (Zaragoza, Granada, Burgos, Cádiz, Logroño, Alicante, Ciudad Real, Mallorca, etc.) dejan una semilla que florece al poco en un nuevo grupo de ex-perimentalistas poéticos. Este es el caso, entre otros muchos, del Grupo de Cuenca, formado, entre otros, por Carlos de la Rica, apasionado editor y poeta que será quien introduzca a Francisco Peralto en la experimentación poético visual. Pues en efecto, fue un libro de Carlos de la Rica, editado por este sacerdote y poeta experimental conquense en su colección Toro de Barro el que impresionó al malacitano hasta el punto de que, a finales de 1974, Francisco Peralto viaja a Cuenca para conocer a este editor. Carlos de la Rica será pues el que le ponga en contacto con la experimentación española de aquellos momentos y le muestre los libros de poesía visual en los que andaba entonces trabajando y publicando. Francisco Peralto, de vuelta a Málaga, se inicia de lleno en las prácticas experimentales si bien será reacio a mostrar y publicar sus trabajos de aquellos años pues las pocas veces que se le ocurre hacerlo se encuentra con un ambiente abiertamente hostil a estos vanguardismos, incluso dentro de su misma tertulia de amigos artistas “Banda de Mar”. Su autodidactismo, unido a su temor al rechazo público, a equivocarse en un camino que todos los demás escritores y pintores amigos le deploran, vienen a conformar el cúmulo de circunstancias adversas que hacen que, después de publicar, a finales de 1974, un brillante artículo para el periódico Sur «Algo sobre poesía última» lleno de lucidez sobre la poesía experimental de vanguardia, su incomprensión general y su futuro como arte intermedia de participación, que aún se puede leer con la misma frescura que fue escrito pues no ha perdido un átomo de vigencia, Francisco Peralto se retraiga en su trabajo sobre la experimentación visual. De hecho, en los siguientes cuatro años apenas publica más que un poema letrista que servirá como viñeta de la Antología de la poesía malagueña contemporánea (Málaga, 1975), preparada por él. Ese mismo año, 1975, se publica la antología La escritura en libertad que Fernando Millán y Jesús García Sánchez acababan de editar en Alianza Tres sobre la poesía experimental, y donde se aboga por la intención totalizadora de la poesía y su capacidad para integrar otros géneros, claves que también había ya expresado Peralto en sus textos.
Entre 1976 y 1982 nos encontramos ante la expansión y relativa normalización de las propuestas visuales-experimentales en España. Madrid, centro neurálgico de la actividad poético experimental de los primeros años setenta cede su lugar a la peri¬feria, donde las conferencias, artículos en revistas, periódicos y ex¬po¬siciones se multiplican (Barcelona, Granollers, Santander, Pal¬ma de Mallorca, Cádiz, Sevilla, Málaga, Segovia, Bilbao, Girona, Mérida, Zafra, Montijo, Vilafranca del Penedés, Manresa, Ma¬taró, Sabadell, Reus, Palma del Río, Cadaqués, Avilés, Mar¬torell, Lérida, Valencia, etc.) mientras, en parte, también asistimos a la institucionalización de determinados practicantes, caso de Joan Brossa en Cataluña, que conocerá, desde finales de los setenta, el lanzamiento, hasta entonces insólito, de un poeta visual a las cimas del éxito público y el reconocimiento tanto del mercado del arte como del mundo literario.
La poesía visual entra en estos años, aunque muy tímidamente, en la Universidad y en los museos (Vostell-Malpartida de Cá¬ceres, Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla, Museo de Mataró, Fun-dación Miró, etc.), y nuevos nombres se van incorporando a la nómina poético-experimental, caso de Bartolomé Ferrando, David Pérez y Rosa Sanz (que formarán el grupo Texto Poético) J. M. Calleja, J. A. Sarmiento, Ángel Cosmos, J. J. Espinosa, José Ma¬nuel de la Pezuela, Xavier Canals, Gustavo Vega, Jordi Vallés, el Ate¬lier Bonanova, o Francisco Peralto. Ellos serán los grandes alentadores, durante la década siguiente, de la poesía visual En España.
En 1979 aparece el segundo libro de poesía visual editado en Andalucía, curiosamente, también en Málaga. Nos referimos a El nudo de la sierpe (Poemas tipográficos compuestos a mano por su autor), obra de Francisco Peralto que recoge parte de su producción poético experimental hasta la fecha. Estamos ante un conjunto de poemas letristas y concretos de tan magnífica factura y atractivo que sería difícil destacar alguno. Si bien es verdad que “El poema de los números”, obtendrá una magnífica acogida en diferentes medios periodísticos y re¬vistas especializadas (El Diario Vasco, San Sebastián, 26 de octubre; Tientos, n.º 1, Málaga; Azor, n.º XXVIII, Barcelona; Sur, Má¬laga, 15 de abril; Pliegos de Rebotica, n.º 8, Madrid), no es menos cierto que otros merecen igualmente este galardón, como la furia de Al sur de todo, la ácida apuesta concretista de Fanatismo, o la angustia circular de la Casida del amor herido.
Comienza también en estas fechas, las colaboraciones de Peralto con revistas y en exposiciones de poesía visual, muchas de ellas, animadas por su incansable genio. Así, aparece en el primer número de Banda de Mar, el poema «El pudor concedido»; y en Bahía, de Algeciras, «Ho¬menaje a Emilio García Gómez y al buen Said al-Magribi». También la revista Litoral, n.º 100, acoge el poema de F. Peralto «Fanatismo» y en Full de pit de roure de Palma de Ma¬llorca se reproducen obras del autor malacitano. Por último, la Gran Enciclopedia de Andalucía (7 vols.), dará cuenta de la exigua pero no por ello menos importante labor de los poetas experimentales que en ese momento estaban activos en la región, así junto a Rafael de Cózar, Jesús Fernández Palacios, Juan de Loxa, la citada enciclopedia recoge la presencia ya indiscutible del malagueño Francisco Peralto.
En ese mismo año expone sus poemas concreto-letristas en la tertulia “Banda de Mar”, bajo el título de Fiesta de la Poesía en Libertad. Todo un acontecimiento en la pacata y provinciana Málaga de entonces. La exposición, montada con un fin didáctico, encaminada a dar a conocer la existencia de la poesía experimental en la ciudad andaluza, contó con la colaboración de Antonio García Velasco que presentó el libro El nudo de la sierpe, de Francisco Peralto y exposición volandera de poe¬mas visuales.
El grupo «Banda de Mar» se había formado unos años antes al impulso de varios poetas y pintores malagueños, de los que Antonio García Velasco y Francisco Peralto, eran los más interesados en las vanguardias. Por su tertulia pasarán entre otros Jorge Guillén, José Luis Cano y José Manuel Lara. Los miembros más activos del grupo trataron de romper la hegemonía de la poesía institucional, centralizada en la Acade¬mia y el Ateneo. Como grupo, contaron con el respaldo de su propia publicación, la revista “Banda de Mar”, de la que llegaron a editarse siete números. Entre los muchos actos que celebraron en esos años setenta cabría destacar la «Fiesta de la poesía en libertad», el homenaje a la Generación del 27, manifiesto lúdico del grupo a favor de la restauración del carnaval de Málaga, que contó con la asistencia del Alcalde socialista Pedro Aparicio, recitales poéticos por pueblos y co¬legios de la provincia, etc. En definitiva, lo que observamos, a finales de los años setenta, es a un Francisco Peralto plenamente consciente del papel de la cultura en la ansiada transformación de la realidad española de esas fechas, participando en actividades que marcan el ambiente de agitación cultural que en torno al grupo recoge la prensa mala¬citana entre 1979-80.
En 1980, gracias a su tenacidad Francisco Peralto comienza a editar la revista (que después se convertirá en sello editorial) “Corona del Sur”, en ella aparecerán suplementos y números extraordinarios dedicados a la poesía experimental, además de poemas visuales-concretos, permutatorios y caligráficos de Antonio Gómez, J.M. de la Pezuela, Juan José Espinosa Vargas, Rafael de Cózar y del propio Peralto.
Las invitaciones a participar en exposiciones colectivas de poesía visual continuarán, y Peralto colabora en «Poesía experimental española», exposición que, a principios de 1981, se mostrara en la sala de exposiciones del Ayuntamiento de Palma del Río. Organizada por Juan José Espinosa Vargas, y en la muestra que organizará Antonio Gómez «Lo experimental en lo poético» en Mérida, en la Sala Alcandoria, del 15 al 30 de agosto. Su frenética actividad comienza a ser reconocida más allá de España, y Peralto es invitado ese mismo año por José Antonio Sarmiento a participar en la exposición Espacio poético experimental, celebrada en la Casa de España en París y a Visioni, violazioni, vivisezioni (Segni&suoni della poesía contemporánea) celebrada en Ferrara (Italia). A estas seguirá, unos años después, la Primera Bienal Internacional de Poesía Visual y Experimental de México y la I Mostra Internacional de Poesía Visual de Sao Paulo.
En 1982, El sello editorial de Francisco Peralto, Corona del Sur, da a la imprenta Form -A (B-C) dario. Poemas concretos, visuales y collages, teñidos de cubofuturismo y palabras en libertad en esta segunda aproximación del autor a la poesía experimental recogida en formato libro; en su interior, un despegable con un poema muy significativo del momento histórico Andalucía, pero también otros no menos atractivos como los construidos sobre una sintaxis descompuesta y caótica potenciada con la utilización de tintas diversas como Infausto Homenaje, Variación sobre Infausto Homenaje, y Homenaje a Andalucía, Apología del Tercer Mundo, o Sentido del número favorable, poemas que consuman el viejo ideal peraltiano de alcanzar la síntesis de las artes a través de la fusión de la plástica, la literatura y la música.
poemas todos ellos que siguen
También en ese mismo año, el libro experimental de Juan José Espinosa Trabalilar, verá la luz en sus máquinas gracias a Francisco Peralto. Tres años después, dos nuevos libros de magnífica factura y arduo esfuerzo editorial verán la luz en el taller de Corona del Sur gracias a los conocimientos técnicos y el arte impresor de Francisco Peralto, nos referimos a las Sucesiones poéticas de Molero Prior y el impagable Calcomanías embusteras, de Agustín García López. Un trabajo articulado sobre una propuesta poético visual muy próxima al minimal, donde la mano de Francisco Peralto supo dar una excelente factura de acabado y edición en una época en la que las limitaciones de la imprenta tradicional eran más que manifiestas para alcanzar determinados objetivos plásticos. Siguiendo con su esfuerzo de mecenazgo, a finales de los ochenta, Peralto concibe dos ambiciosos proyectos, la Biblioteca de la poesía española y americana del siglo XX, de la que se publicarán varios volúmenes y donde también se incluirán poemas visuales de diferentes autores; y la revista experimental “El nudo de la sierpe”, que terminará dirigiendo Carmen Peralto, hija del poeta, revista que, por otra parte, se convertirá en el puntal casi exclusivo de las ediciones poético-experimentales españolas de la época.
Durante los años ochenta, aparecen colaboraciones suyas en la revista experimental Veneno, y en el suplemento El Fantasma de la glorieta, del diario Odiel, de Huelva, coordinado por Félix Morales Prado, dará sus páginas para que en el número 15, correspondiente al 29 de octubre de 1983, y con coordinación y selección de Pablo del Barco, se presente un número completo dedicado a la poesía experimental española con poemas, entre otros, de Joan Brossa, Rafael G. Colomer, Antonio Gómez, grupo Texto Poé¬tico, J. A. Sarmiento, A. Ràfols Casamada, G. Viladot, J. M. Calleja, Javier Maderuelo, Pablo del Barco, Joan Rabascall, Felipe Boso, José Luis Castillejo, Francisco Pino, Ignacio Gómez de Liaño, Fernando Millán, Juan de Loxa, Juan Hidalgo, o el mismo Francisco Peralto. También se publica en la revista Nueva Etapa, n.º 49, El Escorial, Madrid. «El aleph», uno de los poemas más repetidos y festejados de Francisco Peralto. También Pablo del Barco, en su carpeta de poesía experimental Si no eres una estrella... estréllate con..., encarga una de las postales de la colección a Peralto, y la revista Anaquel, de Badajoz y Ráfagas, de Madrid, reproducen el poema titulado «El poeta busca su procedencia en la ma¬teria». La revista P.O.E.M.A.S. (Proyectos Originales. Ediciones Marginales. Anómala Sociedad), recogerá por primera vez su conocido y celebrado poema «Corona de Cnosos», después reproducido en más de quince revistas, y que será reproducido en el catálogo de la «Mostra de Poesia Visual de São Paulo» de 1987, como ejemplo de espacialismo. Las revistas CANENTE, TEXTURAS, en la que junto a nombres de la talla de Apollinaire, Butor, Cortázar, Duchamp, Eluard, Ferrando, Gala (Eluard-Dalí), Huidobro, Ionesco, Jorge Oteiza, Kalho, López de Ael, Pilar Miró, encontraremos también el de Francisco Peralto.
Poco a poco, los escasos estudiosos de la creación poética experimental de esos años, comienzan a interesarse por la figura del autor malacitano. En Nuevo Alor, Antonio Gómez escribe un elogioso artículo sobre la poesía de Francisco Peralto: «La lucha de un poeta experimental», al que poco después le seguirá, esta vez firmado por Antonio García Velasco, «Francisco Peral¬to: La poesía visual malagueña», artículo aparecido en el periódico Sur, Málaga, 21 de febrero. A principios de los años noventa, la revista CANENTE, número 10 (1992), le dedicará un monográfico donde bajo el epígrafe «La aventura de la creación: Francisco Peralto» el profesor Rafael de Cózar realiza un estudio crítico de la obra del malacitano. También Rafael de Cózar, en su Poesía e imagen. Formas difíciles de ingenio literario, publicado poco después, tendrá muy presente a nuestro autor a la hora de redactar uno de los primeros trabajos de tesis sobre la poesía visual que se hacían en España. Con todo, hasta la fecha, es el trabajo de Rafael Alcalá: Francisco Peralto: Fervor en la palabra, el que nos aporta la más completa biografía y antología del poeta acom¬pañadas por estudios de Rafael Bejarano, Antonio García Velasco y Antonio Marco García.
A estos primeros estudios se le sumará pronto, uno de los escasos homenajes que ha recibido el poeta malacitano, vendrá a finales de los ochenta y de la mano de los impulsores de la revista Bahía y la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, que ofrecen a Francisco Peralto, en el acto de recepción, el «II Homenaje Bahía Poesía del Sur», a quien «Con toda justicia se hace merecedor y consigue ser distinguido con el Homenaje Bahía Poesía del Sur, 1989. La importancia de su obra poética, su entrega a la edición y difusión de la poesía de tantos otros, su trabajo continuo y acertado desde su imprenta malagueña, le alzan como uno de los poetas y difusores de la poesía de más vocación y méritos en Andalucía.» El día del homenaje en el palacio de la Mancomunidad, en Algeciras, se presenta el libro: Francisco Peralto: Poemas del Homenaje-2, que recoge una antología de su obra. Pocos meses después y por los mismos motivos, Francisco Peralto recibirá en Madrid el Premio Prometeo de la Poesía, por «Su labor como editor y poeta en España e Hispanoamérica». Al igual que el «Homenaje Bahía», se le concede esta distinción por votación y acuerdo unánime de poetas, profesores y críticos.
Los años noventa, gracias al formato mail art, la ex¬tensión del fanzine como soporte, el relativo abaratamiento de los costes de producción editorial, etc. van a suponer la recuperación de muchas actitudes y de algunos modos de hacer característicos de la vanguardia que serán aprovechados, entre otros por Francisco Peralto, para desarrollar y dar a conocer su trabajo creativo. Como la mayoría de la exigüa nómina de experimentalistas españoles, Francisco Peralto abundará ahora, con más ahínco sin cabe, en fundamentar un comportamiento que reconoce en su alejamiento del sistema de las artes, su única posibilidad de supervivencia, y así será como los vínculos basados en el intercambio creativo, una producción enfocada a la reciprocidad y la gratuidad, una actitud generosa para con los recién llegados y una complicidad general sobre lo que significa saberse marginal, alternativo e independiente y ade¬más, estar orgulloso de ello, marcará la definitiva inclinación del autor malacitano hacia la poesía visual, girando ya para siempre sobre estos apoyos y afinidades.
En efecto, durante los años noventa su actividad creativa y de edición se acrecienta, y como consecuencia de la misma, son numerosos los proyectos que bien bajo su dirección o la de su hija Carmen Peralto (Málaga, 1967), se abren para la creación poético experimental. Carmen, que se inicia en las prácticas experimentales de la mano de su padre, dirigirá importantes revistas como “El nudo de la sierpe” (que se inicia en 1989), “Biblioteca española y americana” y “Málaga & Poesía”, siempre abiertas a la experimentación poética en ellas se darán cita autores de la talla de Alberto Pimenta, J. M. de la Pezue¬la, Antonio Gómez, J. M. Calleja, Cózar o el mismo Francisco Peralto.
De su taller y gracias a su generoso mecenazgo, son varias las compilaciones de poesía visual que se editan en la imprenta malacitana, todas ellas coordinadas y sufragadas por Francisco Peralto. Así Poesía y democracia, Ora marítima, Laberinto de amor, Textos para un milenio, Sobre la poesía, Bendición de la tierra. También los cuatro números de la revista de poesía visual “Forma y Sintagma” (2000-2004), y por último, el flamante «Taller de Poesía Visual y Arte Correo», creado por Francisco, Carmen y Rafael Peralto en 2006, para promover la poesía experimental en todas sus ramas. Entre cuyos frutos cabe destacar la edición del libro Breviario de poesía experimental y mail art, en el que participaron una veintena larga de experimentalistas iberoamericanos; la publicación de Doce Carpetas, conteniendo cada uno de los 16 ejemplares numerados por título, cuatro obras originales, anteportada, portada y colofón, todo escri¬to/pintado/ manipulado a mano. Añadir que cada carpeta se dedicó a cuatro artistas diferentes, por lo que el conjunto de 48 autores forma una antología que próximamente verá la luz en formato libro. El siguiente proyecto fue Octubre Libre. Primera Arlequinada de Mail Art, en relación a San Francisco de Asís, Descubrimiento y colonización de América, Revolución de Octubre y nacimiento de Pablo Picasso. Los más de cien originales recibidos se mostraron al público en el taller de la editorial del 1 de octubre al 15 de noviembre, publicando pos¬teriormente los volúmenes: Octubre Libre Primera antología de poemas mail art y Octubre libre Primera antología de sobres decorados. A estos planes les ha seguido el Archivo de Poesía Experimental Española (1964-2006) una obra tan inconclusa como descomunal que firmó Antonio Orihuela y que recoge más de dos mil entradas relacionadas con la poesía visual y experimental, ediciones de libros, exposiciones y otros eventos de interés sobre el tema acaecidos en estos últimos cuarenta años.
Tampoco descuida Peralto su propia obra, y durante estos años, la imprenta de Corona del Sur da a la luz Francisco Peralto, Poesía 1968-1999. Antología de la obra del poeta donde en una sección “zapping” se da cuenta de su obra experimental. Libro elogiosamente celebrado por Víctor García de la Concha en el ABC Cultural de ABC. A este le seguirán, en 1996 y 1998, dos nuevos libros, antologías de lo publicado que son, Poesía Visual, con prólogo de Miguel Ángel Huesca Mariscal, más una amplia selección de toda la poesía y collages del autor en la mejor estela de las composiciones de Josep Renau, antecedidos de una poética. Y Apuesta Genérica / Peralto / Alameda, 98. Plegable que recoge una antología breve de lo pu¬blicado hasta entonces. Cerrarán la década el original libro experimental Carta / certificado, carpeta con 7 objetos mail art + opúsculo en rústica con 20 páginas. En este volumen, como en pocos, se dan la mano el afán lúdico y la intención comunicativa, al para loa del Mail Art. De ahí que toda la estructura del volumen gire, en gran parte, en torno a la filatelia, para lo cual Peralto fabricó una serie de sellos dentados a partir de cuatricromías, diseñando e imprimiendo otros que posteriormente se han adherido a los sobres, matasellándolos después con un tampón de polímero. Como perfecto homenaje al mail art, Peralto resalta las cualidades de este medio de intercambio creativo en su intención de hacerlo llegar, a través de los servicios postales, a los incondicionales de este Arte que, como él mismo se encarga de recordarnos, tratan de difundir las creaciones personales sobre la base de la reciprocidad y la comunicación creativa con otros artistas, y sin depender de mecenazgo institucional o editorial alguno, se constituye en ejercicio de libertad, generosidad y apoyo mutuo entre los mailartistas.
También continúan sus colaboraciones con diversas revistas especializadas de poesía como Piedra lunar (Bargas, Toledo), que en el número 3 publica su poema «Condena hipotecaria», Mirall de Glaç, CALAS del Centro Cultural del 27 de Málaga, Pliegos Poéticos del Ateneo de Almería, Ánfora Nova, Ínsula, Carpetas el Paraíso, La hamaca de lona, o el libro antología Poesía experimental-93, editado en Barcelona, y donde se recogía obra de los más destacados poetas visuales del momento; volumen que tendrá réplica, esta vez centrado en el ámbito andaluz, casi trece años después con Poesía Visual Andaluza. Antología, publicada por Ánfora Nova Ediciones. Así mismo, participa en la «Exposición Poesía-Plástica» (ciclo «Poesia i Ciutat») en Barce¬lona, alojada en el Centro Cívico Pat i Llimona, durante 1990. Siete años después él mismo se animará a montar una de sus escasísimas exposiciones individuales de poesía experimental en Alhaurín de la Torre (Málaga). En esta misma línea de incansable activismo cultural, Francisco Peralto organiza el evento «Poetas andaluces por la paz» en los Salones del Ateneo de Málaga. Acto celebrado simultáneamente en todas las capitales de Andalucía el día 27 de febrero a las ocho de la tarde. Aunque el acto fue boicoteado por la pren¬sa y los poetas oficialistas de la ciudad que se negaron a participar en el mismo, se escenificaron poemas y se firmó un manifiesto conjunto por la Paz. Y las conferencias, entre ellas, «¿Cómo se fabrica un libro?» (historia, maquetación, composición, fotograbado, impresión, encuadernación en rústica, cartoné, tela, piel, pergamino, lujo, arte y es¬tilo), que repetirá con éxito en institutos, ateneos y universidades prácticamente hasta el día de hoy, o «Algo sobre poesía visual», conferencia impartida en la localidad de Alameda, Málaga, con la colaboración del Ayuntamiento de Alameda y la Fundación para el desarrollo de los pueblos de la «Ruta del Tempranillo», entre otras muchas.
A finales de los años noventa, Francisco Peralto se deja tentar por el periodismo, campo donde de forma esporádica había realizado algunas incursiones como articulista, durante varios años quedará ligado a una página semanal «El Ábaco», dentro del suplemento cultural Papel Literario, de Diario Má¬laga, y allí, pausadamente, irán apareciendo artículos sobre poesía experimental y reflexiones sobre actividades centradas en la creación poético visual, arte correo, revistas de poesía visual, comentarios a libros amigos, etc. Agotado por esta actividad, y deseando en la misma medida poder independizarse de la dictadura de los tiempos y el espacio restringido de la prensa semanal ordinaria, Peralto continuará esta actividad crítica con un nuevo formato de su invención , los «Libritos sobre libros», colección que aparecerá en 2003 con Un libro es la victoria, y continuara en años sucesivos con las ediciones de Entre miles de libros, Junto a sus libros, Los libros son las moradas de mi alma, Cartas de Arcadia feliz y Archivo General, en todos ellos, la escritura de Francisco Peralto se articula a modo de diario donde el autor va dando cuenta, junto a reflexiones personales y diálogos con autores históricos (Orwell, Tasso, Dickinson, Propercio, Faure, Moro, Fortunato, Joyce, Herder, Kepler, Pound, Beethoben, Galvani, Chopen, Agrícola, etc.), de las cartas, libros, artículos, exposiciones y proyectos que en torno a la experimentación poética y lírica van haciéndole llegar sus amigos y otros operadores experimentales incluso desde el extranjero, todos ellos expresamente citados al comienzo de cada disertación. Estas últimas ediciones se enriquecen, además, con impresionantes collages realizados para la ocasión y el uso de tintas de diversos colores (negro, roja, violeta, etc.) en la composición de los textos.
El cambio de milenio le traerá a Francisco Peralto su definitiva jubilación y la libertad para poderse dedicar, en la medida de sus mermadas fuerzas físicas y su economía, a la producción de proyectos largamente acariciados unos, inédito otros y, en general, a tratar de continuar animando con su presencia y sus actividades el siempre frágil panorama de la edición y proyección de la poesía experimental.
Son muchos los libros que dan fe de este hecho, entre ellos, Fantasía mail art en homenaje a ninfeas y almas de violeta de juan ramón jiménez en el centenario de su publicación. Libro homenaje al poeta moguereño paginado en verde y violeta (tintas con las que se imprimieron originalmente las ediciones de ambos libros del poeta de Moguer), está adornado con sellos postales de países de los cinco continentes, sellos de artistas y tampones de artista además de collages en edición de 75 ejemplares montados a mano y con motivos diferentes, lo que hace que no haya dos ejemplares iguales de esta obra que encierra tan rica imagineria. El volumen continúa la senda de las composiciones más lúdicas del autor, en realidad, todas las intervenciones de Peralto sobre el formato mail art reclaman para sí esta apuesta donde lleva hasta el extremo su audacia compositiva y su capacidad de trasgresión. Obra abierta, además, porque el autor ha dejado una serie de páginas en blanco con objeto de que quienes reciban el libro puedan continuarlo con sus propios motivos y creaciones.
Ese mismo años también publica Laurel de octosílabos que glosan al papel compuesto e impresos a mano por su autor sobre un escandallo de ese soporte scriptorio. Libro de artista donde se acentúan estos juegos peraltianos con la escritura sobre diferentes tipos de papel, un homenaje, si se quiere, hacia el soporte con el que el autor ha convivido y sobre el que ha trabajado toda su vida que será extensamente elogiado por Juan Gaitán en dos artículos «El papel del papel» (sobre Laurel de octosílabos..., de Francisco Peralto), aparecido en Málaga Variaciones, n.º 4, Málaga; y «Le habría gustado a Juan Ramón» (sobre Fantasía Mail Art... de F. Peralto), Acento Andaluz, n.º 5, Málaga.
En 2002, verá la luz el elogiado y uno de los libros claves de Francisco Peralto Panóptico 2 (mil) + 1 antolojía intrnacional d poesía visual. Texto elíptico, descriptivo y totalitario donde se dan cita y se mezclan fragmentos filosóficos, líricos y ensayísticos de la Historia del Arte y de la Literatura, en el que inspirado en escrituras como la hebrea, se juega a hurtar las vocales (según demuestra el propio título de la obra), en según qué sílabas, mientras se desgrana en minúsculas un abecedario en familias y cuerpos diferentes, que al final de la obra se convierte en un homenaje a la ñ. A lo largo del libro existen páginas en blanco y otras cuyos textos precisan de un espejo para ser leídas, también collages, textos superpuestos, jironeteados o repintados se van alternando. Obra que pretende inscribirse, en palabras del autor, en un nuevo estadio creativo donde la deconstrucción del discurso tradicional, las elipsis constantes, las supresiones fonéticas a base de aféresis, síncopas, apócopes, lexemas sueltos, símbolos, despersonalizan el lenguaje y lo inscriben en una forma de creación colectiva que se refuerza con las páginas que reproducen textos caligráficos de amigos así como con los sesenta y seis poemas visuales incluidos, entre los que figuran trabajos de Aguiar, Aliseda, Araujo, Babenko, Barco, Baroni, Beltrán, Bennett, Blissett, Bracho, Branco, Manuel Calvarro, Calleja, Carelse, Cares, Cohen, J. J. Espino¬sa, Bartolomé Ferrando, Fierens, Framelius, Antonio Gó¬mez, Groen¬¬endaal, Groh, Jans¬sen, Kierspel, Klivar, Kostelanetz, Kruus¬a¬mäe, Lenoir, Maggi, Millán, Mittendorf, Moli¬nari, Orihuela, Padín, Paz, C. Peralto, Pe¬tasz, Pontes, Restrepo, Ribas, Sainz, N. Salvador, Seifert, Serna, Silva, Sou, Sourdin, Vega, etc. y un poema del autor a base de sellos de correos auténticos más el del propio Francisco Peralto, ma¬tasellados con un tam¬pón conmemorativo. En el Panóptico hay mucho de todos los sueños y proyectos jamás realizados y algunos, ciertamente, de imposible materialización, que han animado la producción experimental de Peralto. Nos referimos no sólo a la idea del libro que contiene todos los libros o al libro desde el que es posible acceder a todos los libros, verlos en tanto sustancia, como esencia y fragmento de mundo que remite a él, sino sobre todo porque en Panóptico entran en juego, a un nivel de evidencia que el autor siempre había hurtado al observador debajo de múltiples juegos tipográficos experimentales, sus ideas fundamentales en torno a la concepción de la escritura y el hecho creativo, esa, en sus palabras, literaria empresa para lograr en la práctica unir en un único punto de la percepción mental durante una fracción ii toda la sabiduría, no estamos pues ante la vieja apuesta letrista de creación de un lenguaje universal, descompuesto, donde forma y sintagma se mezclan para dotar de significación los mensajes codificados, sino que Peralto va más allá, planteando la creación como un ejercicio de percepción omnisciente, y trata de mostrar su posibilidad rastreando, en la iconografía del Arte, formas que contienen ideas e ideas que parecen haber servido para desplegar universos infinitos de formas que se suceden y repiten a lo largo de toda la Historia de la Humanidad, tal vez en esa búsqueda última de lo absoluto. Pero también el libro funciona como abrupta bitácora que nos habla de obsesiones personales, trazos y huellas que orientan sobre el devenir de su producción, de sus intereses en torno a la imagen como símbolo totalizador, contenedor de todos los símbolos en una dimensión cabalística de la tipografía como función y realidad, orden y desorden de las formas, estructura de un discurso que sólo osa manifestarse como símbolo, emblema y arquitectura total del trabajo creativo de Francisco Peralto.
En estos años, se editarán también Apología del periodismo en libertad y epítome del papel prensa. Recorrido personal y bibliográfico sobre extensas muestras de hojas de periódicos (algunas manipuladas), fascículos, revistas del cora¬zón, deportivas y tebeos de los últimos cincuenta años, que sirven de soporte a este panegírico en torno a los diferentes tipos de papel que se utilizan en los medios impresos de comunicación de masas. Restos que registran, a modo de evidencias arqueológicas, la Historia de España de la segunda mitad del siglo XX, fragmentos de la realidad espectacular que han marcado los gustos personales y a la memoria histórica del poeta. El mismo Peralto recalca esta idea en su interior, invitando a ir más allá de la anécdota personal al lector para que, se atreva a explorarlos no sólo con los ojos, sino también a degustarlos con los otros sentidos (palparlos, olerlos, degustarlos, etc.)
Vendrá después un libro que es un canto a la libertad, a la espiritualidad panteísta, a la reflexión sobre la filosofía y las formas religiosas de oriente, acaso sea uno de sus libros con más vocación de trascendencia Manuscrito del salón de la audiencia real, 25 libros numerados + cinco sin numerar, con 100 páginas, 22 banderas de oración dentadas y/o perforadas + 12 sellos, encuadernados según los libros rayados con canal, plano superior y buzón postal en la guarda anterior, conteniendo una carta mail art franqueada a base de los timbres y matasellos de Corona del Sur, destinada al amigo a quien se le ofrece cada uno de estos ejemplares. Homenaje a los campesinos tibetanos que arriesgaron su vida, para salvar del fuego los milenarios manuscritos tibetanos conservados en los monasterios. Le seguirá la edición de La biblioteca de Violante. Cincuenta ejemplares de un «libro-biblioteca», adaptando el volumen precedente a un estuche dentro del cual se exponen 36 opúsculos, todo ellos titulados Soneto, ya que contienen, bien en su forma clásica bien bajo proceso experimental sonetos pertenecientes a cada uno de los 36 autores invitados por el editor a participar en el libro matriz, organizados según la secuencia de 8-6-2-4-2-6-8 marcada en los lomos de los libros según los colores violeta (8), naranja (6), verde (2), amarillo (4), lo que finalmente da un hermoso y simbólico colorido al conjunto. Las 36 viñetas de los cuadernos son poemas letristas a base de la palabra «soneto», ejecutados por Carmen Peralto. Esta obra, sin precedente conocido en el mundo de la bibliofilia, fue seleccionada para participar en la muestra de libros de artista celebrada en Guadalajara, México, en no¬viembre de 2006.
Al año siguiente el libro del colectivo familiar PERALTO, (compuesto por el propio Francisco y sus hijos Carmen y Ra¬fael), Exégesis de los arcanos de los libros Rimas y Arias Tristes de Juan Ramón Jiménez. Libro Objeto, con una tirada 25 ejemplares de estos libros-bloque de ocho tonos diferentes, siguiendo el esquema compositivo ABCDEFGH, HGFEDC¬BA.
Y ya en solitario, el autor malacitano vuelve a dar rienda suelta a su imaginación con un volumen también muy especial que quería liberar, al mismo tiempo, la creatividad de sus amigos, nos referimos al Libro Blanco de papel ahuesado en blanco para que los poetas y lingüistas experimentales que lo deseen propongan en sus páginas el idioma que la humanidad precisa para entenderse de forma demótica a base de fundir lo escrito con lo con lo pintado, que conoció una tirada de 29 ejemplares.
También se editan en esas fechas una nueva Antología mínima, 1968-2003 de su obra y el volumen fundamental Ritual 1968-2003, libro de libros, como le gusta llamarlo a Francisco Peralto, que recoge, en sus más de mil páginas, la obra poética discursiva y experimental de los últimos treinta y cinco años del poeta malacitano. Libro también abierto y provisional porque el autor, en buena lid, no se resiste a dejar de incorporar al mismo nuevos materiales ahora desechados. En este volumen, además de recuperar libros en esas fechas agotados y difíciles de encontrar como el monumental Elegia, Peralto introduce otros, como Nena con tu swing y con tu glamour hubieras sido la reina del Cotton Club, Poesía a corazón abierto, que ideados a finales de los ochenta no habían podido ver la luz entonces, y que son mostrados ahora en toda su riqueza propositiva, gestual, tipográfica y hasta musical, pues el conjunto también se puede leer como una investigación sobre la dimensión acústica de la escritura. Lo mismo ocurre con una amplia serie de poemas experimentales ideados en los años ochenta y que tampoco habían visto la luz, entre ellos, Permutaciones con el Zohar de Moses de León, Transmutaciones inexactas del Zohar de Mosés de León y dos propuestas absolutamente radicales Andalucía y Homenaje al cante flamenco. Y libros completos como Reino de Dios (1974-2003), hermoso tratado que recoge sus reflexiones sobre La Cábala y las matemáticas a través de axiomas, hipótesis y teoremas matemáticos dotados de una gran visualidad plática a través de todo tipo de procedimientos experimentales, collages, permutaciones, series, etc., o el devoto y satírico tipográfico Homenaje al Quijote (2003).
Le seguirán el Libro de los edictos. Edición de quince ejemplares, donde utiliza las técnicas de encuadernación del siglo XIX para incluir doce pliegos de 32 páginas de diferentes Boletines Oficiales del Estado, con la peculiaridad que el libro tiene el corte de cabeza realizado de tal forma que, con el volumen abierto, este imita la parte superior de la pirámide de Sakkara.
Difusas geometrías, edición de 64 libros numerados de 82 páginas realizado a base de tinturas de colores que se van mezclando aleatoriamente al introducir los pliegos a mano entre el plato y los rodillos de la imprenta; la carpeta Homenaje a Goya, con¬teniendo ocho carteles digitales que siguiendo la senda del maestro aragonés dejan campo abierto a Peralto para, después, de doscientos años, recuperar toda la acidez crítica de aquel en una realidad, la española, que uno tiene la sensación, viendo las composiciones de Peralto, que no ha cambiado en nada o peor aún que sigue satisfecha pavoneándose de su ignorancia satisfecha, las luchas por el poder, el clericalismo cervuno, el fascismo ordinario y el resto de las perversas actitudes que denunciara Goya.
Con el cuaderno 63 primaveras de felicidad (21-3-1942 / 21-3-2003), recuperamos al Peralto más amable, estamos ante un volumen decorado con tres apliques mail art, 13 banderas literarias y un plegable de 16 páginas en cuyo interior se juega con el tiempo a base de dos sellos de correos (de Franco y de Juan Carlos I), más las fechas de nacimiento y cumpleaños del poeta; a él le seguirán, en esta misma línea de trabajo, el libro Maculaturas, que recoge una veintena de obras del autor y que se constituye como un breve pero magnífico espacio para apre¬ciar el trabajo y la evolución conceptual de Francisco Peralto.
Llegamos así al libro fundamental, Ritual 1968-2003. Reunión del setenta por ciento de la obra del poeta, que incluye los libros experimentales inéditos, Con cien sonetos (im)perfectos me mandó experimentar Violante pero no pude complacerla (sorprendente conjunto de sonetos caligramáticos donde el autor juega con devastadora ironía con la forma clásica y aparentemente cerrada del soneto para dar a luz a todo tipo de experiencias tipográficas, espaciales, etc. entre ellas, el divertido Soneto Semántico en Ala Delta), Poesía espacial, Otros poe¬mas y Reino de Dios. Una retrospectiva de más de mil páginas absolutamente necesaria para si se quiere consultar y rastrear el conjunto del trabajo del poeta andaluz.
A finales del 2004, otro celebrado libro verá la luz, 69 sugerencias para el cuidado de nues¬tra egobiblioteca, ame¬nizadas con abundantes y reiteradas digresiones sobre bibliofilia, artes gráficas, medicina, literatura y sociedad, brindadas a los escritores que deseen conservar sus queridos egolibros en aceptable estado de higiene y salubridad. El éxito del mismo ha llevado a Francisco Peralto a realizar ya cinco ediciones corregidas y aumentadas.
Aunque tímidamente, también realiza Peralto alguna incursión en el mundo del poema objeto, entre los más sorprendentes cabría destacar Ábaco independiente, que publicarán la revistas Veneno, n.º 135 (Bilbao), e Ideal, Almería, 23 de mayo; y El poeta se aprovecha de un círculo lógico, uno de los primeros ejemplos de poema objeto donde la presencia de los componentes informáticos, expuestos a modo de tripas de un cadáver, recrean una atmósfera de angustia, soledad y opresión que funcionan como metáfora crítica de nuestra sociedad de la información.
Junto a su labor constructiva, Peralto continua mostrando su obra, como se pudo ver en la Exposición Poesía Visual, Francisco Peralto / Ferrán Fer¬nández, Sal@rte, Málaga; y en la colectiva La imagen de la palabra. Poesía visual española realizada en Córdoba, en Centro Cultural Caja Sur, durante marzo de 2003.
Pergeñando nuevos proyectos de exhibición colectivos, Peralto se lanza a una especial aventura que al poco se materializará en dos muestras internacionales de poesía visual. La primera, que tuvo lugar en la propia imprenta de Corona del Sur en Málaga, del 1 de enero de 2002 al 1 de enero de 2003, y de la que luego se editó su correspondiente catálogo, fue un Homenaje a Gutenberg, y de ella dio claras muestras la popularidad de nuestro autor así como su fama, ganada a pulso, dentro del mundillo poético experimental internacional, a la que concurrieron 434 obras diferentes de 229 autores de todo el mundo, y que, más allá de servir de homenaje al inventor de los tipos móviles, se convirtió en todo un homenaje al impresor malagueño. La segunda, siguiendo esta línea de homenajes, se le dedicó al Quijote y el volumen El Quijote mail art, da buena fe de nuevo de la capacidad de convocatoria de Francisco Peralto. La tercera, fue Octubre Libre. Primera Arlequinada de Mail Art, en relación a San Francisco de Asís, Descubrimiento y colonización de América, Revolución de Octubre y nacimiento de Pablo Picasso. Los más de cien originales recibidos se mostraron al público en el taller de la editorial del 1 de octubre al 15 de noviembre.
Se suceden también las reseñas críticas a sus libros, los artículos glosando su trabajo creativo y los estudios al conjunto de su obra, como es posible ver en «Mail art y amor al libro» (sobre la poesía visual de Francisco Peralto), aparecido en www.elmundolibro.com de El Mundo, 21 de diciembre, firmado por Santos Sanz Villanueva; «Una forma especial de poesía», de Laura López Fer¬nández, Del paraíso a la palabra. Poetas malagueños del último medio siglo (1952-2003), de Antonio Aguilar. Poesía experimental española (1963-2004) de Félix Morales Prado. «Peralto», «Ritual doble. Las poesías completas de Fran¬cisco Peralto» y «Entrega a la palabra. Francisco Peralto expone en Ritual su original trayectoria poética», todos ellos de Pedro Domene, aparecidos en el suplemento cultural Cuadernos del Sur, del Diario Córdoba, Córdoba. «Anthologie Ritual (1968-2003) Fran¬cisco Peralto» publicada en Inter-art-actuel, Quebec, Canadá, de Jean-Claude GAGNON. «Prensas artesanas», de Javier González, Mercurio, n.º 72, Sevilla. «Belleza emergente de la palabra y del espacio», de Antonio Moreno Ayora, Turia, n.º 70, Teruel. «Ritual. Francisco Peralto, Biblioteca fpv, Corona del Sur, Málaga, 2005, Espanha», de Hugo Pontes, Jornal da Cidade, 22 de noviembre, Poços de Caldas, Brasil. «Peralto, Francisco: Ritual (1968-2003)», de Juan Ruiz de Torres, La Pájara Pinta, n.º 22, Madrid. «Ante Ritual (1968-2003)», de José Antonio Sáinz, EntreRíos, n.º 1, Granada. «Ritual», de Albino Suárez, Alto Nalón, n.º 232-233-234, Pola de Laviana, Asturias. «Paco Peralto y su ritual», de Enrique Villagrasa, Artes y Le¬tras del Heraldo de Aragón, 17 de marzo, Zaragoza. «Ritual (1968-2003), (Corona del Sur) de Francisco Peralto», Qué leer, n.º 98, Barcelona; o los completos estudios que le dedican tanto José Cenizo Jiménez Aproximación a la poética plural de Francisco Peralto, con prólogo de Rafael de Cózar, como La revista Batarro, n.º 41-42-43, que le dedica el monográfico Francisco Peralto. Pa¬labra, esencia, tiempo. 292 páginas de estudios, semblanzas, poemas dedicados y antología del poeta. También será incluido con toda justicia en Poesía Visual Española (antología incompleta), coordinada por Alfonso López Gradolí, acaso estemos ante el más importante referente en torno a la experimentación poética española entre 1965 y la actualidad. Finalmente, también es de destacar la entrevista aparecida en Mercurio, n.º 40, Sevilla, realizada al experimentalista malacitano por Alfredo Valenzuela.
Los últimos años no parecen que hayan hecho mella en el poeta malagueño que parece ahora más que nunca entregado a una actividad creativa febril, en una obsesión personal de mantenerse activo, como el mismo dice, para distraer a las Parcas y que le dejen continuar trabajando en su obra, y así es, en efecto, como Francisco Peralto nos regalará, a principios de 2006, Bucles. Impresionante edición donde el maestro malagueño recoge tres textos en forma de bucles donde dialoga con Orwell, Joyce y Borges, además de aderezar la edición con trabajos seleccionados de su amplia obra experimental, collages, hojas de periódicos, revistas, etc. Libro de libros, pero sobre todo, libro de ideas que se retroalimentan y conectan por causa o azar con fragmentos de otros libros ajenos o propios, con proyectos concluidos, avanzados o nunca puestos en marcha, con textos y obras diseminadas en el tiempo y en el espacio apropiados o traídos aquí con un nuevo sentido y oportunidad, pasajes y discursos que engranan en un mecanismo autorreforzador que pone en marcha la fabulosa y fabuladora máquina de trovar de Francisco Peralto. Sistema aquí autorregulado pero dispuesto a verse modificado en el siguiente estímulo que recorra el circuito creativo del autor. Así un texto o una imagen trae (o lleva) a otro poema y un libro a otro libro, con lo que la obra de Peralto no podrá jamás observarse como un todo ordenado sino como este Bucle-Panóptico, que crece en círculos hacia un infinito de sentidos que, estoy seguro, ya no cesarán ni siquiera con la muerte física del autor. Si la mecánica analítica de Laplace, tan grata a nuestro autor, no contenía figura alguna, la topología peraltiana las contiene todas y ninguna, porque en ese Panóptico-Bucle, en ese mirar total se repite y retroalimentan Los lugares de Peralto, lo único que cambia es el sistema de interpretación cartográfico, los topois se repiten pero bajo otras formas, otros signos, otras hermenéuticas. No nos cabe la menor duda de que este libro, junto con Panóptico, marcan una de las rutas más sugerentes para adentrarnos en la complejidad creativa del mundo peraltiano.
A este, le seguirán Las encinas de Dodona. Fragmentos suprematistas puestos a dialogar en las páginas de este hermosísimo vo¬lumen de 26 ejemplares numerados y firmados por su autor. Manuscritos de los «por (+) qué» Tsain Lun inventó el papel. Juego colorista en torno a la importancia del papel en la poesía, edición de 26 ejemplares numerados y firmados por su autor. Lustral arcano. Nueva oportunidad de apreciar el gesto y el gusto por las texturas de Francisco Peralto. ERRe. Edición de 20 cuadernos nu¬merados, con 17 hojas, entre las que cabe citar: tres banderas literarias y carpeta mostrando en su interior una «R» mayúscula tipográfica de la Cleopatra Negra. La Carpeta del bosque de Eleusis. Mara¬villoso estuche en oro y fuego para doce carpetas de evocadores títulos en formato libro que incluyen cada una cuatro collages del autor dedicados cada uno a un poeta visual distinto. El mundo puede ser diferente. Libro excepcional donde el juego formal, tipos de papel y texturas se potencia a base de códigos experimentales recuperados de otros libros del autor e inéditos para conformar un exuberante diálogo polifónico sobre la poesía como soledad, iconografías deslabazadas, recuerdos del poeta, poemas concretos de finales de los setenta, fragmentos de su libro Bucles, monólogo a mil voces que bien pudiera compendiar la biografía de Francisco Peralto al que seguirá El mundo puede ser mejor, volumen donde, siguiendo la estructura compositiva y el ritmo dinámico del anterior, se vuelven a dar cita las artes compositivas y tipográficas del maes¬tro experimental andaluz para mostrar obras concretas fundidas con reflexiones sobre la poesía y el mundo.
En estos, Peralto continúa defendiendo la posibilidad una escritura otra, la que desenfatiza los gestos sociales al elegir una relación interrogativa o dubitativa con lo social, produciendo una contraépica que cuestiona la existencia de un orden coherente y estable a través de imágenes, fragmentos, collages y textos recolectados y mezclados que se citan unos a otros diseminadamente, siguiendo una de sus pautas más queridas, la de trabar una narración donde el único plan es la ausencia de plan. De ahí la recurrencia a materiales de segunda mano, unos vivos, otros exangües, reutilizados y ya conformados, que han contribuido a otros propósitos a lo largo de un proceso indefinido de destrucciones, alteraciones y reordenamientos, desde los que se vuelve a componer nuevos acontecimientos y contingencias dispares, cargadas con una compleja historia de usos múltiples y equívocas significaciones que se expandirá inestable, descompuesta, inacabada y sin fin. En la misma medida que se incorporar materiales en la línea de montaje peraltiana, otros quedan arrumbados. Depósitos de reserva que ocasionalmente pueden volver a ponerse de relevancia. Este ambiguo razonar a lo largo del proceso, de la deriva como relación o memoria azarosa de investigación, es lo que venimos a considerar como paradigmático del mismo, pues en él se yuxtaponen hechos que luego serán relevantes junto con algunos sin importancia, así como otros demasiado complejos para poder integrarlos. No hay pues origen, sino trama, continua remisión a otros acontecimientos, a otras huellas, a otros documentos, y en cuyo trazado se forma la red, el campo simbólico como escenario donde se da la batalla dialéctica de las luchas sociales que unifica lo fragmentario del antagonismo y fragmenta lo unitario de la ideología
Es por ello que la producción de Peralto continúa imparable y sería arriesgado aventurar cuál es en la actualidad el último libro en el que se haya trabajando o a punto de editar, pues nos consta que en su hacer, anda trabado siempre con multitud de proyectos avanzando todos ellos a ritmo dispar. De todas formas, no podemos dejar de citar los que han aparecido últimamente: Xerocopias, Ababol, Havana Club y Yambos, cuatro obras que componen un hermoso conjunto de libros de artista en ejemplar único.
También pertenecen a su obra más reciente el volumen Seis manchas tabelarias, conjunto de treinta álbumes numerados, con pruebas xilográficas conseguidas en una prensa de satinar, el Breviario de Poesía Experimental y Mail Art, en papel verde y tinta azul, reproduciendo en la cubierta, guardas y páginas de cortesía, anteportada, cré¬ditos y portada, poemas apropiacionistas a base de las obras de los poetas Antonio Gómez, José-Carlos Beltrán, Nieves Salvador, Damián Ximénez, Rafael Peralto, Manuel Calvarro, Julián Alonso, Alfonso López Gradolí, Isabel Jover, Joaquín Gómez, Manuel Sainz Serrano, Roberto Farona, Adolfo Vargas Blanco, Bartolomé Ferrando, Juan de Loxa, Miguel Jiménez, Carmen Peralto, Agustín Calvo Galán, Antonio Orihuela, Antonio Cares, Nel Amaro, Clemente Padín, Atelier Bonanova, César Reglero y Alberto Torés. La censura cansa y Manuscrito anapistógrafo de Tanis continúan los trabajos de Peralto donde entran en juego, por una parte, el soporte papel, en sus más variadas texturas (cartulina, papel periódico, satinados, tela, etc.) y colores (rojo, negro, blanco, amarillo, sienas, burdeos, azules, ocres, etc.), y por otra los textos. Si en La censura cansa tenemos de nuevo retazos grafismo en tinta oro, prensa diaria y fragmentos dispersos de otros libros, propios y ajenos, que han sido tachados, pintados y hasta desollados, en clara alusión a algunas de las más antiguas formas de censura conocidas. En Manuscrito anapistógrafo de Tanis, Peralto elabora un discurso mucho más amable, fundamentalmente esteticista, para hacer del conjunto, más allá de un libro, un paisaje que recorrer con el tacto y la mirada, en lo que tiene de ascensión hacia lo rústico, agreste, truncado y roto de sus páginas centrales para después iniciar un lento pero mucho más apacible descenso. En esta línea compositiva, Librito de las letras de los ángeles versificadores, se estructura como un volumen compuesto sobre juegos de papel, tex¬turas y códigos visuales sobre los que el poeta manuscribe algunos versos conmovedores.
Por su parte Recitativo se plantea como un volumen donde Peralto ha recogido buena parte de sus trabajos sobre collages dedicados a diferentes temáticas (arte moderno, mujeres, etc.) presididos por su poema objeto (escultura efímera), Ábaco Independiente, que vuelve así a ser reproducido en libro por el autor malacitano.
Todos nos cansamos algún día y tú sigues firme en tu locura.
Cerradas hoy muchas de las expectativas surgidas de la escena alternativa, muy pocos son los que continúan adheridos a unas posiciones contrahegemónicas o antagonistas y, en justicia, la crítica ha sabido reconocerlos en esta actitud. Este sería el caso de Fran¬cisco Peralto, quien, para colmo, en el amplio espectro creativo en el que se mueve, tampoco se ha dejado encorsetar nunca en la especificidad de la poesía visual, a pesar de practicarla desde hace más de treinta años. Y a mi juicio, sería también el rasgo esencial de la creatividad completa de Francisco Peralto, la de saberse provisional en la medida que alienta una obra en marcha, una obra ajena a la norma y por tanto carente de referencias, de una tradición y una herencia a la que justificar en cada una de sus realizaciones. Su trabajo creativo marca así un hito cada vez difícil de asimilar si se mira con los ojos del canon, porque sus planteamientos y sus concreciones apuntan a un secreto accionar de los mecanismos de la palabra que pone en marcha una maquinaria abstracta, que incluye no sólo tipos de letras sino también papeles, tintas, estructuras de página, formas, colores y soportes de los más variados articulados cada vez en una desconyuntada e imprevisible actividad combinatoria que nos interna en un espacio desconocido, una tierra en la que la única certeza como explorador es que no se sabe que es lo que en ella encontrarán nuestros sentidos y donde el cuerpo desmembrado del texto es así la metáfora del sujeto desmembrado contemporáneo.
Estamos pues ante una obra que lejos de clausurar, mantiene su voluntad de proceso, de experimentación al límite de lo decible, una obra que sugiere tanto como oculta, parábola o laberinto de fortuna semiótica que se desgrana en constantes elipsis visuales, discursivas, manipulativas y acumulativas de textos, citas, signos, símbolos, emblemas, alegorías, pasatiempos, homenajes, retratos, inventos y divisas, articulados por una técnica que, en sus empresas, tiene tanto de barroca (Góngora) como de vanguardista (Picasso, Groz, Malevich, Ball, Schwitters, Heartfield, Renau), aunando en lo experimental las dos esferas iconográficas con las que Peralto parece sentirse más identificado y satisfecho para levantar sobre ellas una obra tan densa como trabada a dos principios, para Peralto, rectores de toda su actividad creativa: el afán de belleza y fraternidad.
Creadores como Francisco Peralto represen¬tarían, a mi juicio, la única cara que me parece posible para un hacer que se quisiera vanguardia; probablemente un hacer, el de Francisco Peralto, que ni siquiera se plantea en su trabajo cotidiano como tal cosa, pero que, qué duda cabe, se inscribe en ese intento desesperado por afirmar una posibilidad de mundo, una voluntad de transformación que se manifiesta en esa constante búsqueda de fallas y grietas en el sistema por las que colarse y donde trabajar, ani¬mando a otros a este mismo trabajo, en agrandar lo que se pre¬tende sea quebrado para hacer posible un futuro socialmente signi¬ficante para todos.
Así como la entendemos, la poesía no tendría historia sino sólo presente. No tendría norma sino aspecto polimórfico. No sería un fósil que contemplar o imitar sino un campo de acción donde vivir. Francisco Peralto no sólo lo sabe, sino que, como él mismo ya dejara escrito en 1974 al hablar de la poesía experimental, opera en ese convencimiento ejemplar. Sea por muchos años.
Referencia bibliográfica: Antonio Orihuela, “En la sombra combatí. La obra poético-experimental de Francisco Peralto”, en Antonio Montesino y Ramón Maruri, eds., “El hacedor de libros (Homenaje a Francisco Peralto)”, &cétera, nº 4. Revista del Aula de Letras de la Universidad de Cantabria (Santander, 2009).