La palabra visual: inmersiones y deslizamientos de la palabra a la imagen y viceversa es el título de la exposición que el viernes se inauguró en la Sala Puertanueva de la capital cordobesa. Comisariada por Margarita Aizpuru, la muestra se concibe como un proyecto que pretende indagar en la palabra partiendo de su imagen como texto escrito y su proyección en las artes plásticas y visuales. La palabra visual reúne obras de veinte artistas elaboradas en diferentes técnicas, que incluyen pintura, fotografía, instalación, collage, graffitti, y un ciclo de videocreación.
Para Aizpuru, en la muestra, "la pintura y los dibujos, las instalaciones, los objetos, la fotografía, los vídeos y las performances se encuentran “atravesados” por las palabras, bien estén integradas en un texto poético o en una narración, o bien utilizada desde ópticas sonoro-fonéticas y en acciones. Mestizajes pues de prácticas artísticas con la palabra y/o el texto que proceden de un arte experimental, “contaminado” y fusionado que crearon muchos poetas y artistas experimentales y que fueron realizando ya desde los años sesenta del siglo XX".
Los diferentes artistas participantes, en sus muy diversas trayectorias, tienen de nexo el haber venido desarrollando "unas obras experimentales, rupturistas, muy interesantes, abiertas y flexibles a esos puntos de intersección entre el lenguaje humano por antonomasia, las palabras, y las imágenes".
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El muro alto, instalación de José Luzardo
Un apartado importante de la exposición es el dedicado a la creación audiovisual, donde un ciclo de video exhibe la obra de la cordobesa Beatriz Sánchez Playback Camarón, junto a las de Carlos Aires (Cataratas); María Alvarado (Just Play Life); Patricia Bentancur (I Love To...); Beth Moysés (Diluidas en agua), y los veteranos Miguel Benlloch (Mapuch ¡eh!) y Bartolomé Ferrando (335 pellizcos sonoros por debajo de las íes con raspaduras de a). Otras creaciones audiovisuales presentes son el documental Graffitti en Sevilla de Paco Almengló (et al.), una serie de cortos de Daniel Cuberta, La educación de las niñas, de Amalia Ortega, que se presenta junto a tres pinturas, y Tonto el que lo lea, el video y serie fotográfica de Verónica Ruth y Cyro García en el que reflejan el proceso del tatuaje que la artista cordobesa se ha hecho marcar para la realización de la pieza, justamente con el título de la misma. Completan el apartado fotográfico las obras de Qiu Zhijie, Priscilla Monge -de quien se muestra además el óleo La pintura es cosa de vida o muerte-, Ana Soler, con la serie Wounds & Scars, y Jordi Colomer con Arabian Stars. El sevillano Paco Almengló completa su presencia con la serie de infografías Semiología del poder.
Javier Flores y el canario José Luzardo presentan en la muestra dos instalaciones, la Casa del ser,por parte del artista menciano, y El muro alto, una propuesta con el sida como protagonista en la que el artista isleño ha utilizado 33 dildos para insertar diversos mensajes profilácticos, parejos a los bordados feministas de Beth Moysés de la pieza ¿Qué quieres cambiar en el amor?
El niño de las pinturas en acción. Foto: Rafael Martorell
Completan la exposición las pinturas de Rogelio López Cuenca Patria y Une oasis, ambas de los noventa, los collages infantiles de Bartolomé Ferrando, los óleos sobre periódicos del mexicano Salvador Díaz y la llamativa presencia del grafitero granadino niño de las pinturas, quien realizó para la ocasión una de sus características obras con la caligrafía como protagonista. La palabra visual podrá verse en la Sala Puertanueva hasta el próximo 31 de enero.
La palabra visual: inmersiones y deslizamientos de la palabra a la imagen y viceversa
Sala Puertanueva
Ronda de Andújar s/n (Facultad de Derecho), Córdoba
Comisaria: Margarita Aizpuru
Fotos: Ars Operandi y Rafael Martorell