El “Centro de Poesía Visual”, es un centro de documentación del experimentalismo poético contemporáneo, ubicado en la localidad de Peñarroya-Pueblonuevo desde octubre de 2005.

Es un Centro de carácter público, que depende de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo, y que cuenta con la colaboración de la Diputación Provincial de Córdoba. Es centro referente de esta forma de arte contemporáneo y también una propuesta cultural dentro y fuera de España.

Como centro de documentación y estudio dispone de bibliografía especializada y documentos originales, así como una muestra amplia de revistas experimentales y revistas-objeto. Así mismo dispone de una sala de exposiciones con poemas visuales y poemas objetos internacionales. Como lugar de consulta dispone de un amplio archivo de autores y estilos.

Como centro de documentación vivo es productor de diferentes publicaciones que ven la luz diariamente en su “Revista electrónica de Poesía Visual” o trimestralmente con la revista “eiffel Terrible y cuatrimestralmente con la revista ensamblada “Grisú”, entre otras.

lunes, 19 de enero de 2009

ENTREVISTA CON ANTONIO GÓMEZ SOBRE LAS REVISTAS ENSAMBLADAS


Ben Clark

DIARIO de IBIZA

ARTE

Viernes, 5 de diciembre de 2008 |

La miranda

La construcción de este archivo del arte

conceptual poético se inicia en un mo-

mento transicional concebido como un

salto hacia el futuro. Es en el quicio mis-

mo de ese momento turbulento y sin re-

ferencias cuando Antonio Gómez deci-

de documentar la historia poética de ese

tránsito, imaginamos que para que no se

diera a perder u olvidar lo que no debía

ni perderse ni olvidarse.

Para él se reveló como vital, en un

alarde de frenesí poético, el que esta

producción expuesta a lo efímero no se

malversara (en su potencial revolucio-

nario) bajo ningún concepto. Se ha ocu-

pado de que se preservara un material

que, por lo demás, ha ido edificándose

a lo largo de casi treinta años, hacien-

do que en ello interviniera activamente

toda una colectividad poética con un

sentimiento claro de marginalidad y a

punto de ingresar en el olvido y en la in-

visibilidad.

Este archivo material viene compor-

tándose de esta manera como un centro

virtual de relaciones que un día comen-

zaron a tejerse poco a poco por toda la

geografía española, conectando los pun-

tos de densidad simbólica y semántica de

lo visual-poético. Nadie se atrevió o, me-

jor dicho, nadie tuvo la brillante idea de

darle un giro a este campo que ahora des-

cribimos. Quién iba a decir que el uso de

nuevas formas, que la introducción de

poemas visuales en forma de caja de hue-

vos por ejemplo (léase la publicación la

webera), sería hoy un referente impres-

cindible en la historia de la literatura y

de la poesía en concreto.



En una ponencia que se publicará pró-

ximamente, Antonio Gómez empezó

ofreciendo humildemente a los asistentes

«la oportunidad de deshacer los numero-

sos equívocos, silencios y errores que pue-

blan algunos ensayos publicados», y es

que se ha escrito bastante sobre revistas

ensambladas pero, como el propio colec-

cionista afirma, «estaría bien que algún

catedrático pusiese un poco de orden».

Según el propio Antonio Gómez, a

grandes rasgos, la revista ensamblada y el

libro objeto o de artista comparten las si-

guientes características: se enfrenta a la

estructura del libro o de la revista tradi-

cional de una forma transgresora, emplea

técnicas manuales y artesanas, su lectura

contemplativa no debe someterse a las rí-

gidas normas de los lenguajes verbales,

todas las disciplinas son válidas para su

realización.

En el caso concreto de la revista en-

samblada habría que destacar, como ve-

remos, su elaboración colectiva.

Antonio Gómez es incansable. Ha cam-

biado el turno –trabaja en un centro de

menores y ahora tendrá que unir el turno

de noche con el de la mañana– y lejos de

sugerir que me marche sigue ofreciéndo-

me –ofreciéndonos– material que daría

para muchas páginas. En el número es-

pecial de ‘La Caja de Truenos’ que tienen

en la imagen, donde se cambió su habi-

tual caja de VHS por una caja de vinos

con la pintura de Ángel Cervera (se hi-

cieron 35 ejemplares distintos, con pin-

turas originales) podrán ver una obra que

representa a Antonio Gómez. Es una pie-

dra pómez con barba.

Así ha sido y así es Antonio Gómez, una

criatura que flota cuando debería hun-

dirse, una roca efusiva y joven, ligera en

apariencia, fruto del volcán.

Artesanía transgresora

Antonio Gómez:

Archivos de una cultura poético-visual

Una transposición de sí mismo, un ana-

grama de la cultura –y de la contracultura–

Antonio Gómez (Cuenca, 1951) me recibe

en su casa de Mérida como quien recibe a

un amigo de toda la vida. No sospecha que

he venido a saquearle, o puede que lo sos-

peche y le dé igual. Y es que si hubiera te-

nido que depender de las intenciones aje-

nas, Antonio Gómez no hubiera construi-

do el universo que hoy puebla innumera-

bles estanterías y armarios. Sería compren-

sible –incluso esperable– de un hombre que

ha invertido ingentes energías en pequeñas

quimeras cierto recelo, cierto gesto huraño

a la hora de buscar tal o cual revista, de re-

mover entre decenas de cajas hasta encon-

trar el número de ‘La Caja de Truenos’ que

resulte más fotogénica. No. No hay prejui-

cio que valga con este conquense de origen

que empezó a trabajar con la poesía visual

tras escuchar la última conferencia del po-

eta uruguayo Julio Campal, pronunciada

el 5 de marzo de 1968, sólo catorce días

antes de que éste falleciera. Antonio pre-

gunta de qué quiero hablar. Es una pre-

gunta difícil. Las revistas ensambladas que

tratamos en esta entrevista podrían haberle

cedido el puesto perfectamente a la enor-

me colección de exlibris (unos 10.000, cal-

cula Antonio: cada uno con una ficha ad-

junta donde se especifica su temática, el lu-

gar de origen, la fecha, la técnica), a los li-

bros objeto –cuya frontera con las revistas

ensambladas no está del todo definida– o,

en caso de que ‘La miranda’ lo considera-

ra de interés, los pitos o los objetos de arte

prehistórico emeritense.

—¿Cómo surge la revista ensamblada?

En España, a principios de los 60, el in-

tercambio directo entre creadores propi-

ció la aparición de revistas ensambladas;

publicaciones colectivas confeccionadas

exclusivamente con obras originales en las

que el planteamiento fundamental de su

contenido suele ser visual, el texto en ellas

pierde la primacía y la importancia que

puede alcanzar en otro tipo de revistas nor-

malizadas o comerciales, queda subordi-

nado por el atractivo que aportan formas,

imágenes, objetos y texturas. Ante los an-

quilosados procedimientos que se venían

utilizando se acelera de una manera natu-

ral la profusión de estas propuestas, que

con algunas dificultades y limitaciones em-

piezan a tomar cuerpo, desarrollándose

aisladamente y transmitiendo mensajes

más acordes con la realidad, ajenos y lejos

de galerías, críticos, comisarios, ferias, mu-

seos y responsables de la cultura oficialis-

ta. La satisfacción que proporcionan los

logros conseguidos hace que surjan conti-

nuas experiencias, patrimonio particular

de aficionados y amantes de las diversas

expresiones artísticas.

—¿Cómo se elabora una revista ensambla-

da?

Todo se basa en un intercambio por co-

rreo postal. El coordinador de estas revis-

tas ejerce de intermediario, su misión es re-

cibir de todos los participantes un número

de obras ya fijado de antemano, la petición

suele hacerse sobre un tema concreto y con

la única limitación del tamaño que es im-

puesto y marcado por las medidas de la car-

peta, caja, contenedor o continente que se

utilizará para su presentación.

—Y una tirada reducida,claro.

Al tratarse de obras originales –aunque

alguna de ellas acoge también trabajos, cua-

dernillos o suplementos editados con técni-

cas de impresión comercial– la tirada es li-

mitada, oscilando entre 20 y 100 el núme-

ro de trabajos solicitados, lo que hace que

estas propuestas consigan un carácter más

singular que exclusivo. Realizado el proce-

so de encarte o montaje, ya confeccionada

toda la edición, el coordinador que preten-

da hacer viable el proyecto y quiera conse-

guir una continuidad, sólo le queda cum-

plir el compromiso de facilitar un ejemplar

a cada colaborador.

—¿Cómo fueron las primeras experiencias

en España?

En España se dedicaba atención única-

mente a trabajos en soporte plano, textos,

poemas visuales, dibujos, grabados, foto-

grafías, collages, eletrografías, linóleos, se-

rigrafías, etc. Eran las manifestaciones más

utilizadas por los creadores que colabora-

ban en este tipo de proyectos. Entre los asi-

duos participantes se llegó a consolidar una

complicidad de cooperación mutua y pasa-

dos varios años por pura necesidad y de una

manera natural empiezan a aparecer nue-

vas experiencias que vinieron a enriquecer

los contenidos de las publicaciones ya exis-

tentes. Dentro de la experimentación poé-

tica la práctica del poema-objeto comenza-

ba a contar con adeptos y algunos de sus

creadores se plantearon aumentar su pro-

ducción seriándolos.

—Su colección constituyeun muestrario de

prácticamente todas las revistas ensambla-

das que han existido en España en las últimas

tres décadas. ¿Podría enumerar las más im-

portantes?

Son muchas: ‘Texto Poético’ (1973), ‘Ho-

jas Parroquiales de Alcandoria’, ‘CAPS.A’,

‘VENENO’, ‘Piedra Lunar’, ‘Arco Iris’ –que

fundé yo en 1985–, ‘Menú’, ‘A.N.C.A’, fun-

dada por Bartolomé Ferrando. Destacaría

‘La MÁS Bella’, fundada en 1993 por Pepe

Murciego, Diego Ortiz y Juanjo El Rápido,

y ‘La Caja de Truenos’, fundada en 1994

por el colectivo Alcandoria. Ofrecía entre

su contenido poemas-objeto o pequeñas es-

culturas, utilizando como continente dis-

tintos tipos de cajas. De las más recientes

destacaría ‘LALATA’, fundado en 2002 por

Manuela Martínez y Carmen Palacios. Se

trata de un proyecto independiente y auto-

subvencionado que se distribuye a biblio-

tecas especializadas, facultades de Bellas Ar-

tes, fundaciones y museos. Publicación pe-

riódica con formato tridimensional y edi-

ción limitada. Su contenedor es una lata de

conservas cerrada herméticamente, cuyo

contenido son objetos artísticos únicos, pro-

ducidos expresamente por los participantes

y con motivo de cada tirada, de acuerdo con

una convocatoria internacional. Y faltan

muchas otras. Muchas.

—Algunas incluyen artesonoro.

Efectivamente, fue muy importante, por

ejemplo, ‘RAS’, fundada en 1996 en Cuen-

ca y coordinado por Kepa Landa, Javier Ari-

za y José Antonio Sarmiento. El nombre de

RAS, surge de las siglas Revista de Arte So-

noro, su presentación es en formato CD y

se creó con el objetivo de difundir obras y

documentos sonoros de artistas plásticos,

músicos, etc., así como obras realizadas por

alumnos del laboratorio de sonido de la Fa-

cultad de Bellas Artes de Cuenca. Es la úni-

ca revista periódica española que presta

atención al arte sonoro, hasta el número 6

solamente incluía un CD y es a partir del 7,

con el inicio de una nueva etapa, cuando se

amplían los CDs a dos, presentando en uno

de ellos, un recorrido histórico de la músi-

ca y del arte sonoro realizado en México.

«Todo se basó en un intercambio

por correo postal»

Antonio Gómez

POETA VISUAL Y COLECCIONISTA

Antonio Gómez en su casa de Mérida


«Ante los anquilosados

procedimientos

que se venían utilizando,

se acelera la profusión

de estas propuestas,

transmitiendo mensajes

más acordes con la realidad,

ajenos y lejos de galerías,

críticos, comisarios, ferias,

museos y responsables

de la cultura oficialista»